Ahora hace un año, después de haberlo prometido durante toda la legislatura, el anterior presidente Sr. Antich descartaba definitivamente la posibilidad de transferir la competencia en materia de promoción turística al Consell Insular tal como dispone el nuevo estatuto de autonomía. Engaño político de tal envergadura que mereció incluso un importante y razonado artículo por parte de Joan Serra en su sección “El desván” en el Diario de Ibiza del día 27/06/2010, donde desgranaba uno a uno los motivos esgrimidos por el Sr. Antich para evitar el traspaso de las transferencias y lo insostenible de los mismos.

Por aquel entonces, las distintas asociaciones empresariales, con el Partido Popular al frente, criticaron la decisión al mismo tiempo que hacían responsable pasivo de la misma a Xico Tarrés por considerar que no tenía suficiente peso político en Mallorca para obligar al Sr. Antich a traspasar la competencia en promoción turística de una vez por todas. Desde entonces, Xico Tarres y el PSOE en su totalidad han quedado desprovistos de legitimidad para exigir a otros que hagan lo que no fueron capaces de hacer en su día.

Ahora, un año después, el nuevo conseller de turismo Sr. Delgado, tras su toma de posesión, anuncia y posteriormente ratifica que la tan esperada (y prometida durante su campaña electoral en Eivissa) competencia en materia de promoción turística no se dará, al menos, de momento; esgrimiendo casualmente el mismo argumento que ya dió, ahora hace mas de un año, el presidente Antich para negar la transferencia: la falta de recursos debido a la crisis económica; la misma excusa que viene dando a unos y otros tanto juego político, pero que siempre acaban pagando los mismos. Todo ello, además, recientemente justificado tanto por el presidente insular del PP como por el presidente del Consell Insular Sr. Serra nada menos que en su discurso de investidura, ante la pasividad de una oposición deslegitimada para la crítica por su misma incapacidad, que permite al PP salir políticamente airoso del engaño a sus votantes.

Vicent Serra ha demostrado ya en su primer día de mandato tener el mismo peso político ante el Presidente Bauzá que tuvo en su día Xico Tarres ante el presidente Antich, es decir ninguno. Vicent Serra ha pasado de la dura exigencia (pedir algo a lo que se tiene derecho) a una mas suave reivindicación (que es lo que se hace cuando solo se cree tener derecho a algo), es decir del todo a la nada, doblando una vez mas la espalda ante su presidente regional, acto de sometimiento que pagaremos muy caro todos los residentes en la isla toda vez que la falta de autonomía en términos de gestión y economía de la promoción turística generará en Eivissa mas incertidumbre económica para el sector turístico y, por consiguiente, mas desempleo.

Dice el Sr. Bauzá que la gente no le pide la transferencia en promoción turística sino que le pide trabajo. Excusa barata, recurrente y demagógica. Barata porque no le cuesta nada rehuir el compromiso, recurrente porque no es ninguna novedad aludir al alto índice de desempleo provocado por la crisis y demagógica porque no se atreve a decir la verdad: que el sector turístico mallorquín, capitaneado por el conseller Sr. Delgado (ex alcalde de uno de los mayores municipios turísticos de Mallorca competidor directo de Eivissa), no quiere dejar el control de los fondos de promoción turística en manos de sus competidores. Si al Sr. Bauzá le preocupara realmente el empleo en Eivissa entendería que hacer efectiva la transferencia en promoción turística es la manera mas fácil, práctica y eficaz de crear empleo en Eivissa y que, en todo caso, si hay dinero en Mallorca para hacer la promoción turística del conjunto de las islas baleares, una parte, sea la que sea, nos corresponde ¿O es que se pretende promocionar Illes Balears en vez de cada isla (fórmula no compartida por la mayoría del sector turístico ibicenco) con la asignación que le correspondería a Eivissa?, aquí ya tenemos la primera partida presupuestaria para dotar la transferencia; la segunda deberá venir a cargo del presupuesto de 2012, en cuya confección deberán encargarse los diputados y diputadas elegidos en Eivissa de que en el mismo se contemple la partida necesaria y acorde con la capacidad económica del Govern Balear. Lo contrario será un acto de traición hacia quienes les han votado esperando que defendieran los intereses insulares. Por tanto, realmente no hay ningún inconveniente ni jurídico, ni técnico ni económico que impida el definitivo traspaso de la competencia en materia de promoción turística, solo falta la voluntad política.

Lo anunciamos por activa y por pasiva durante la campaña electoral, ahora también tenemos la prueba evidente de que ningún político perteneciente a un partido nacional puede defender lealmente los intereses de nuestra isla. Los diputados y diputadas de los partidos nacionales deben obediencia a sus direcciones regionales y nacionales que les imponen la disciplina de voto atendiendo al interés político en su mayor parcela de electorado, en este caso Mallorca, en detrimento de un reparto justo y equitativo de los recursos económicos con el resto de las islas. Ninguno de ellos será capaz de romper la disciplina de voto a sabiendas de que causan perjuicio a Eivissa.

¿Que mas hay que ver y esperar para darnos cuenta que en Mallorca no se piensa en clave Balear? No podemos permitirnos mas el lujo de dejarnos encandilar por embaucadores políticos que dicen unas cosas y hacen o permiten otras. Dar el voto a partidos nacionales solo ha servido y servirá para que se siga decidiendo en Mallorca nuestro futuro económico, político, social o incluso nuestras costumbres.

Ya hemos visto la realidad de los discursos de los representantes en Eivissa de los partidos nacionales, no se puede confiar ni en sus promesas electorales, ni en su experiencia política, ni en su discurso insularista porque no gozan de la autonomía que predican, no decidiendo ellos sus actos sino sus superiores en Mallorca y Madrid.
Solo alternativas políticas nacidas en la propia isla pueden defender lealmente y sin imposiciones los derechos de las instituciones insulares y, por extensión, la de los ciudadanos y ciudadanas de nuestra isla. Solo a través de diputados y diputadas realmente libres de la disciplina de voto y leales a Eivissa se conseguirá progresar en el autogobierno que ampara el estatuto de autonomía para cada una de las islas.

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